Recuerde desparasitar la mascota 8 días antes de la aplicación de la vacuna.
La Tos de las perreras es una enfermedad respiratoria muy contagiosa, que generalmente ocurre en perros que están en contacto cercano (pensiones, exposiciones caninas, etc). Una gran variedad de agentes infecciosos (virus y bacterias) pueden estar involucrados. Entre los principales responsables se encuentran Bordetella bronchiseptica (una bacteria) y el virus de parainfluenza canino.
El signo usual es una tos seca persistente. También pueden observarse arcadas, letargia leve, pérdida del apetito y una elevación en la temperatura. Muy ocasionalmente la enfermedad puede progresar a una neumonía. Si bien no suele ser mortal, puede tardar semanas en curarse y requerir un largo tratamiento. Más aún, una vez desaparecida la tos, el perro puede seguir diseminando la enfermedad por 3 meses o más.
A pesar de su nombre, no sólo se contagia en perreras o refugios sino que en cualquier lugar donde dos perros puedan tener contacto cercano. Puede ser en una plaza, en la calle, en la playa, en exposiciones, guarderías, a través de un alambrado, etc. Es muy común de ver en perros que son llevados por un paseador en grupos.
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